Se tratan enfermedades de bebés, niños y adolescentes, así como el cuidado del niño sano.

 

Hemos recibido la formación necesaria para detectar las anomalías congénitas y tratarlas cuando sea posible. También nos ocupamos de enfermedades infecciosas cuya frecuencia es más elevada en la infancia. 

 

Muchas enfermedades de la adultez pueden ser prevenidas desde la etapa infantil, para ello damos a asistencia y atención necesaria para controlar y prevenir enfermedades que puedan dañar el desarrollo del niño.

 

También controlamos el crecimiento y el desarrollo normal de sus niños y niñas según parámetros intelectuales y motores. Los retrasos en el desarrollo pueden apuntar a una nutrición inadecuada, envenenamiento con sustancias del medio ambiente, o hiperactividad.